El mantenimiento de las fachadas ventiladas es esencial para garantizar su durabilidad y eficiencia. Este tipo de sistema es conocido por su capacidad para mejorar el aislamiento térmico y el ahorro energético de los edificios, lo que las convierte en una opción popular en proyectos de rehabilitación y construcción nueva.
Sin embargo, para que estas fachadas sigan cumpliendo con sus funciones y se mantengan en buen estado, es fundamental realizar un mantenimiento adecuado y regular. Por ello, en este artículo te explicamos cómo hacer un buen mantenimiento de las fachadas ventiladas y cuándo es recomendable hacerlo. ¡Vamos allá!
¿Cómo se hace un buen mantenimiento de las fachadas ventiladas?
Antes de comenzar cualquier tipo de mantenimiento en una fachada ventilada, es importante tener en cuenta varios aspectos que influirán en el proceso y en el resultado final:
- Estado de los paneles: es fundamental verificar que los paneles de la fachada ventilada no presenten fisuras, roturas o desprendimientos que puedan comprometer la integridad del sistema. De lo contrario, primero deberíamos centrarnos en la reparación de grietas (tipos de grietas peligrosas).
- Anclajes y fijaciones: el sistema de anclaje que sujeta los paneles al edificio debe estar en buen estado. Cualquier fallo en las fijaciones podría derivar en la caída de los paneles o en problemas de seguridad.
- Sistema de aislamiento térmico: si la fachada ventilada incluye un Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE), es esencial comprobar que este no se haya deteriorado. Un buen aislamiento térmico de las paredes es clave para garantizar el ahorro energético que ofrece este tipo de soluciones.
- Limpieza de juntas y rejillas: la acumulación de polvo, suciedad o residuos en las juntas y rejillas puede afectar la circulación de aire y reducir la eficiencia del sistema de ventilación. Por ello, es importante asegurarse de que estén libres de obstrucciones.
- Materiales específicos de la fachada: dependiendo del tipo de material utilizado en los paneles, como madera, cerámica, metal o composite, el proceso de mantenimiento puede variar. Es importante utilizar productos de limpieza y técnicas que no dañen los materiales.
En resumen, el buen mantenimiento de una fachada ventilada se basa en la revisión periódica de su estado general y la ejecución de limpiezas y reparaciones cuando sea necesario.
¿Con qué frecuencia se deben limpiar las fachadas ventiladas?
La frecuencia con la que se deben limpiar las fachadas ventiladas (que concomo funcionan) depende de varios factores, como la ubicación del edificio, el clima y los materiales utilizados en los paneles. Sin embargo, en general, se recomienda realizar una limpieza profunda al menos una vez al año. En zonas con alta polución o en áreas costeras, donde la salinidad del ambiente puede afectar los materiales, es aconsejable aumentar la frecuencia a dos o incluso tres veces al año.
A continuación, te contamos los pasos a seguir tanto para la limpieza inicial tras la instalación de la fachada, como para la limpieza periódica que se debe realizar para mantenerla en buen estado.
Limpieza después de la instalación de la fachada
Una vez que la fachada ventilada ha sido instalada, es fundamental llevar a cabo una limpieza inicial para eliminar los residuos de obra y cualquier suciedad acumulada durante el proceso de instalación:
- Eliminación de polvo y residuos: es normal que, tras la instalación, queden restos de polvo, cemento o adhesivos en la superficie de los paneles. Estos deben ser eliminados con agua a presión o productos de limpieza específicos que no dañen los materiales.
- Revisión de juntas y anclajes: tras la limpieza, es recomendable verificar nuevamente que las juntas estén bien selladas y que los anclajes y fijaciones estén correctamente colocados. Esto asegura que no haya filtraciones de agua o problemas de seguridad.
- Comprobación del sistema de ventilación: la ventilación adecuada es clave para el buen funcionamiento del sistema, así que es importante asegurarse de que no haya obstrucciones en las rejillas que impidan la circulación del aire.
Limpieza periódica de las fachadas ventiladas
Para el mantenimiento de la fachada ventilada, la limpieza periódica es fundamental para mantenerla en buen estado y garantizar su durabilidad:
- Uso de agua a presión: es uno de los métodos más efectivos para eliminar la suciedad superficial, como polvo o contaminantes atmosféricos. Es importante regular la presión para evitar dañar los paneles o las juntas.
- Productos de limpieza adecuados: si la fachada presenta manchas difíciles, es importante utilizar productos de limpieza adecuados al material de los paneles. Evita el uso de productos abrasivos que puedan rayar o desgastar la superficie.
- Revisión del sistema de aislamiento térmico: durante la limpieza, también es recomendable revisar el estado del aislamiento térmico (SATE). Si se detectan signos de deterioro, es conveniente repararlo lo antes posible para evitar la pérdida de eficiencia energética.
- Mantenimiento preventivo: aprovecha las limpiezas periódicas para revisar el estado general de la fachada, incluyendo las juntas, anclajes y el sistema de ventilación. De este modo, podrás detectar posibles problemas antes de que se conviertan en averías mayores.
En conclusión, el mantenimiento de las fachadas ventiladas es clave para aumentar su durabilidad y funcionalidad. Realizar limpiezas regulares, revisar el estado de los materiales y asegurarse de que el sistema de aislamiento térmico sigue en buen estado, son acciones esenciales que nos permitirán disfrutar de los beneficios de este sistema, como el ahorro energético y la mejora del confort en el interior del edificio.