El aislamiento térmico de las paredes exteriores es una de las claves para mejorar la eficiencia energética de un edificio y aumentar el confort interior. Elegir el sistema adecuado no solo ayuda a mantener una temperatura agradable dentro del hogar, sino que también contribuye a la reducción de puentes térmicos y al aislamiento acústico, lo que resulta en una vivienda más cómoda y silenciosa.
Además, un buen aislamiento reduce el consumo energético y, por lo tanto, los gastos de calefacción y aire acondicionado. En las siguientes líneas te contamos las principales técnicas y materiales disponibles para aislantes térmicos de las paredes exteriores y te ayudaremos a decidir cuál es el mejor para tu proyecto. ¡Vamos allá!
Aislamiento de las paredes exteriores: técnicas y materiales
La elección del sistema adecuado de aislamiento termico paredes exteriores dependerá del tipo de construcción, las necesidades del edificio y el presupuesto disponible. Estas son las principales técnicas y materiales.
Sistema SATE
El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) es una de las técnicas más eficaces como aislantes térmicos para paredes exteriores. Consiste en colocar capas de material aislante sobre la fachada del edificio, que se fijan con adhesivos o elementos mecánicos. El sistema SATE es especialmente eficiente para la reducción de puentes térmicos, ya que cubre toda la superficie de la fachada sin interrupciones.
Además, entre los materiales más utilizados en el sistema SATE se encuentra el EPS grafito, un tipo de poliestireno expandido mejorado con grafito que ofrece un excelente rendimiento térmico. Otros materiales que se pueden emplear son el poliestireno extruido y la lana de roca.
Fachada ventilada
La fachada ventilada es otro de los aislantes térmicos para paredes exteriores más comunes. Este sistema consiste en la instalación de una capa de aislamiento térmico adherida a la pared exterior, seguida de una cámara de aire ventilada o sin ventilar y una capa final de revestimiento. La cámara de aire permite que el aire circule libremente, lo que ayuda a mantener el edificio seco y a mejorar su eficiencia energética.
Por otro lado, el aislamiento en fachadas tipos y cual elargir ventiladas suele hacerse con materiales como aquapanel, un panel de cemento que, además de ser resistente y duradero, proporciona una excelente barrera frente a las humedades. Este sistema es ideal para climas con grandes variaciones de temperatura, ya que la cámara de aire actúa como un regulador térmico, manteniendo el calor en invierno y el frescor en verano.
Inyección en cámara
La inyección en cámara es una técnica de aislantes térmicos para paredes exteriores que se utiliza en edificios con doble pared o cámara de aire. Consiste en inyectar materiales aislantes, como espuma de poliuretano o lana mineral, en la cámara para mejorar el aislamiento térmico interior o exterior y acústico. Este método es rápido y no requiere grandes obras, por lo que es una opción atractiva para edificios ya construidos.
Uno de los principales beneficios de la inyección en cámara es que mejora en gran media el confort interior del edificio sin afectar su apariencia exterior. Además, ayuda a la reducción de los puentes térmicos que puedan existir en las paredes.
Poliuretano y poliestireno expandido
El poliuretano y el poliestireno expandido (EPS) son dos de los materiales más utilizados como aislantes térmicos de paredes exteriores. El poliuretano es un excelente aislante térmico que se aplica en forma de espuma, lo que permite cubrir completamente las irregularidades de las superficies y sellar eficazmente cualquier hueco o fisura.
Por otro lado, el EPS es un material económico y ligero, ideal para sistemas SATE o para aplicaciones donde se necesita una solución de bajo coste sin sacrificar el rendimiento térmico. El EPS grafito, una variante del poliestireno expandido, tiene un mejor rendimiento debido a la inclusión de partículas de grafito que mejoran su capacidad para reflejar el calor.
Espuma de poliuretano
La espuma de poliuretano es una opción muy versátil para el como aislante para paredes exteriores. Este material se expande al aplicarse, lo que permite rellenar completamente los huecos y mejorar la eficiencia térmica del edificio. Es especialmente útil en edificios antiguos donde las paredes no son uniformes o tienen tipos de grietas peligrosas y fisuras.
La espuma de poliuretano ofrece un alto nivel de aislamiento acústico y térmico, y se puede utilizar tanto en sistemas de aislamiento por el exterior como en la inyección en cámaras de aire. Es una opción rápida de instalar y proporciona una barrera efectiva contra el frío y el calor.
Lana mineral
La lana mineral es un material aislante fabricado a partir de rocas volcánicas o vidrio reciclado. Es muy eficaz tanto para el aislamiento térmico como acústico, lo que lo convierte en una opción excelente para edificios situados en zonas ruidosas.
Este material se utiliza en sistemas SATE y en fachadas ventiladas, así como en la inyección en cámaras de aire. La lana mineral es especialmente valorada por su capacidad para mantener sus propiedades aislantes durante muchos años, sin perder efectividad ni degradarse.
Corcho natural y otros materiales ecológicos
El corcho natural es una opción ecológica y sostenible como aislante térmico para paredes exteriores. Se trata de un material renovable que, además de ser un excelente aislante térmico, también ofrece buenas propiedades acústicas y es resistente a la humedad. El corcho se puede utilizar en sistemas SATE o como paneles en fachadas ventiladas.
Además del corcho, existen otros materiales ecológicos como la fibra de madera o el cáñamo, que también se utilizan en el aislamiento de paredes exteriores. Estos materiales tienen un menor impacto ambiental y proporcionan un buen rendimiento térmico, aunque su coste puede ser más elevado en comparación con otras opciones convencionales.
Aislar las paredes exteriores: las ventajas de la elección correcta
Elegir el sistema y los materiales adecuados para el aislamiento de las paredes exteriores ofrece múltiples ventajas tanto a corto como a largo plazo. Algunas de sus ventajas son:
- Ahorro energético: un buen aislamiento térmico reduce mucho la pérdida de calor en invierno y evita la entrada de calor en verano. Esto se traduce en un menor consumo de energía para la calefacción y la refrigeración y, por lo tanto, en un ahorro económico a largo plazo.
- Confort térmico y acústico: los aislantes térmicos para paredes exteriores no solo mejoran la eficiencia energética del edificio, sino que también proporcionan un mayor confort térmico y acústico en el interior de la vivienda, creando un ambiente más agradable y silencioso.
- Eliminación de puentes térmicos: los sistemas de aislamiento, especialmente el SATE y la fachada ventilada, ayudan a la reducción de puentes térmicos, que son las zonas por donde se pierde más calor.
- Revalorización del inmueble: un edificio bien aislado tiene un mayor valor en el mercado inmobiliario, ya que ofrece una mayor eficiencia energética y confort para los ocupantes.
- Protección de la estructura: el aislamiento térmico protege la estructura del edificio frente a las inclemencias del tiempo, evitando la formación de humedades y condensaciones, que pueden deteriorar los materiales con el tiempo.
¿Cuál es el mejor aislante térmico de las paredes exteriores?
La elección del mejor aislante térmico para las paredes exteriores dependerá de varios factores, como el tipo de construcción, el clima de la zona y el presupuesto. En general, el Sistema SATE con EPS grafito o lana de roca es una de las soluciones más eficaces, ya que proporciona un alto nivel de aislamiento térmico y elimina los puentes térmicos. Además, ofrece una gran durabilidad y mejora el aspecto exterior del edificio.
Otra opción muy eficaz es la fachada ventilada, especialmente en climas húmedos o en zonas con grandes variaciones de temperatura. Este sistema, combinado con materiales como el aquapanel o el corcho natural, ofrece una excelente protección térmica y evita la acumulación de humedades.
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