La cubierta inclinada ventilada es uno de los sistemas constructivos más eficaces para mejorar la eficiencia energética, prolongar la vida útil de los materiales y reducir los problemas de humedad y condensación en una vivienda. Su funcionamiento se basa en la existencia de una cámara de aire continua bajo la teja, diseñada para permitir una ventilación natural desde el alero hasta la cumbrera.
En Acrobatica llevamos años trabajando con este tipo de soluciones, especialmente en rehabilitación energética y mejora del confort interior. Por eso, en esta guía explicamos por qué este sistema es tan beneficioso y qué elementos lo componen, así como los criterios clave para su correcta instalación. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es una cubierta inclinada ventilada?
Una cubierta inclinada ventilada es un sistema en el que se genera un flujo de aire continuo gracias a la existencia de una cámara de ventilación situada entre la cobertura exterior, normalmente teja, y las capas inferiores de soporte y aislamiento. El aire entra por el alero, asciende por la pendiente del faldón y sale por la cumbrera, ya sea mediante un caballete ventilado o mediante elementos específicos que permiten la salida sin permitir la entrada de agua.
La circulación de aire resulta fundamental para el aislamiento de viviendas ya construidas (como aislar una casa ya construida), ya que ayuda a evitar la acumulación de humedad, mejorar la estabilidad térmica y permitir la evacuación de condensados producidos por los cambios de temperatura. Esta ventilación es especialmente importante en cubiertas aisladas, ya que evita que la humedad quede atrapada en las capas más frías.
Ventajas frente a una cubierta no ventilada
A continuación, te contamos cuáles son las principales ventajas de la cubierta inclinada ventilada frente a una cubierta no ventilada.
Mayor durabilidad de la cubierta
La presencia de una cámara de aire estable reduce drásticamente la humedad retenida bajo la teja. Esto minimiza el deterioro de rastreles, la oxidación de fijaciones y los daños producidos por ciclos de congelación-descongelación en aquellas zonas donde las temperaturas bajan con frecuencia. Al mantenerse más seca, la cubierta dura muchos más años sin necesidad de reparaciones intensivas.
Reducción de condensaciones internas
Una cubierta no ventilada tiende a acumular vapor de agua en sus capas más frías, lo que provoca condensaciones intersticiales que pueden llegar a afectar al aislamiento térmico, deteriorar láminas o incluso aparecer en forma de goteras. Además, hablando de aislamiento térmico en paredes, la cubierta inclinada ventilada permite evacuar estos condensados, manteniendo seco el sistema completo.
Mejora del confort térmico
La ventilación disminuye el calor acumulado bajo la teja en verano y reduce los choques térmicos en invierno. Esto se traduce en una mayor estabilidad en la conductividad térmica de la cubierta y una reducción de la demanda energética de la vivienda. Una cubierta ventilada estabiliza las temperaturas interiores, sobre todo en buhardillas, áticos y viviendas expuestas al sol directo.
Menor mantenimiento
Al evitar la acumulación de polvo, humedad y restos orgánicos, la cubierta ventilada requiere menos intervenciones y prolonga la vida útil de todos los materiales, desde las tejas hasta las fijaciones en seco, los rastreles o la lámina impermeable transpirable. El mantenimiento se centra en evitar obstrucciones puntuales en alero o cumbrera.
Capas y componentes de una cubierta ventilada inclinada
El rendimiento de una cubierta inclinada ventilada depende del correcto funcionamiento de cada una de sus capas. A continuación, te contamos las más importantes.
Lámina impermeable transpirable
Permite que el vapor de agua procedente del interior pueda escapar, mientras bloquea la entrada de agua exterior. Su capacidad para evacuar condensados sin perder impermeabilidad es clave para la durabilidad de la cubierta.
Rastreles y listón doble
Los rastreles y el listón doble generan la cámara de aire necesaria para la ventilación. También permiten fijar la teja mediante sistemas en seco. Su correcta disposición garantiza la microventilación bajo teja y la continuidad de la cámara de aire.
Barrera de vapor
Se instala en la cara caliente del cerramiento para evitar que el vapor interior migre hacia las capas frías del sistema. Es especialmente útil en viviendas muy herméticas o con altos niveles de humedad interior.
Cámara de aire
La cámara de aire constituye el corazón del sistema. Su espesor debe ser suficiente para permitir la ventilación natural y garantizar que la circulación de aire no se bloquee por un diseño inadecuado.
Alero ventilado
En el alero se colocan rejillas o perfiles con malla antipájaros, evitando la entrada de animales sin bloquear el aire. El diseño de alero determina la eficacia de la entrada de aire.
Cumbrera o caballete ventilado
La salida del aire se produce en la cumbrera. El caballete ventilado permite expulsar el aire caliente, evitando filtraciones de agua. Existen sistemas continuos y discontinuos según el tipo de teja.
Fijación en seco y clip de teja
Los clips de teja permiten instalar cubiertas de teja cerámica o de hormigón sin mortero, conservando la ventilación y facilitando reparaciones. La fijación en seco evita obstrucciones y mejora la durabilidad.
Microventilación bajo teja vs ventilación de la cubierta
Cuando hablamos de una cubierta inclinada ventilada, siempre suele surgir la duda de si es preferible la microventilación bajo teja o la ventilación completa de la cubierta, así que te contamos en qué consiste cada opción.
Microventilación bajo teja
Consiste en la circulación de aire justo bajo la teja, gracias a pequeños canales generados por los rastreles. Su objetivo principal es mantener la cobertura seca y estable frente a cambios térmicos. Es obligatoria en la mayoría de sistemas de teja con fijación en seco.
Además, se utiliza en cubiertas con pendientes de faldón bajas, reformas en las que no se puede aumentar el espesor total o en zonas donde la humedad ambiental no es excesivamente alta.
Ventilación completa de la cubierta
Aquí la ventilación no se limita a la teja, sino que se establece una cámara de aire continua, más amplia, desde el alero hasta la cumbrera. Es la solución más eficaz para mejorar la eficiencia energética, reducir condensaciones y alargar la vida útil de todos los materiales de la cubierta.
Se recomienda en zonas húmedas, cubiertas antiguas que presentan patologías o proyectos de mejora energética.
¿Cuál elegir?
La elección depende de la climatología, el tipo de teja, la pendiente de faldón y la composición de la cubierta. En nuestro artículo sobre aislamiento interior o exterior explicamos cuándo elegir cada solución.
Criterios de diseño e instalación para un rendimiento óptimo
Para garantizar un funcionamiento adecuado de la cubierta inclinada ventilada, deben respetarse varios criterios:
- Mantener una cámara de aire contínua sin interrupciones.
- Garantizar una entrada de aire mínima mediante rejillas con malla antipájaros en el alero.
- Diseñar una salida eficaz mediante cumbrera o caballete ventilado.
- Usar rastrelado correcto y bien alineado para facilitar el flujo de aire.
- Cumplir con las alturas libres recomendadas: entre 2 y 5 cm según el tipo de ventilación.
- Utilizar lámina impermeable transpirable en perfecto estado, sin perforaciones.
- Colocar la barrera de vapor en la cara caliente para evitar condensaciones intersticiales.
- Evitar obstrucciones ocasionadas por morteros, espumas o remates mal ejecutados.
- Controlar las juntas de dilatación para evitar tensiones en cubiertas largas.
- Ajustar el diseño a la pendiente del faldón, ya que determina la velocidad del flujo de aire.
Normativa y buenas prácticas según CTE HS
El Código Técnico de la Edificación regula la correcta gestión de la humedad y la ventilación en cubiertas. Según el CTE HS1, es necesario:
- Evitar condensaciones intersticiales mediante el uso adecuado de barreras de vapor.
- Garantizar la continuidad de la ventilación bajo teja.
- Diseñar el sistema de forma que la evacuación de condensados sea posible hacia el alero.
- Asegurar que el dimensionamiento de la cámara de ventilación cumple los mínimos recomendados.
- Utilizar soluciones que eviten filtraciones en alero, encuentros y cumbrera.
Además, ten en cuenta que la referencia oficial que debes tomar para ello es el Código Técnico.
Contacta con los profesionales de Acrobatica
En Acrobatica somos especialistas en la instalación y rehabilitación de cubiertas inclinadas ventiladas, utilizando técnicas de trabajos verticales sin andamios para intervenir de manera rápida, segura y con un coste optimizado. Evaluamos cada vivienda para determinar el tipo de ventilación, los espesores necesarios y los componentes adecuados para mejorar el rendimiento energético.
Podemos valorar una mejora en tu cubierta y ofrecerte un presupuesto adaptado sin compromiso. ¡Puede ser un antes y un después!
Preguntas frecuentes sobre cubiertas inclinadas ventiladas
Para terminar, te resolvemos las dudas más frecuentes sobre cubiertas inclinadas ventiladas.
¿Qué diferencia hay entre ventilación y microventilación bajo teja?
La microventilación se produce justo bajo la teja, en pequeños canales creados por los rastreles. La ventilación completa implica una cámara de aire continua desde alero a cumbrera, con un flujo mayor y más efectivo.
¿Qué tamaño debe tener la cámara de aire?
Generalmente entre 2 y 5 cm, según el sistema, la pendiente del faldón y las exigencias del CTE. Lo importante es que sea continua y sin obstrucciones.
¿Se puede ejecutar con teja cerámica y de hormigón en seco?
Sí. Los sistemas de fijación en seco mediante clip de teja están diseñados para ambos materiales, permitiendo una ventilación natural más eficaz que el montaje tradicional con mortero.
En definitiva, si buscas mejorar la eficiencia de tu vivienda, alargar la vida útil de la cubierta o resolver problemas de humedad y condensación, estaremos encantados de ayudarte. En Acrobática trabajamos cada día con soluciones seguras, eficaces y sin andamios, como las cubiertas inclinadas ventiladas, para que puedas renovar tu cubierta sin complicaciones.
