La filtración de agua es una de las patologías más comunes y dañinas en construcción, capaz de deteriorar muros, provocar moho, afectar a la estructura y generar problemas de salubridad o conflictos en comunidades de propietarios. Detectar a tiempo una filtración y actuar con métodos profesionales es clave para evitar daños mayores y reducir el coste de reparación. ¡En este artículo de Acrobatica te contamos todos los detalles!
Tipos de filtraciones de agua en construcción
Conocer el tipo de filtración de agua permite identificar su origen y aplicar la solución técnica adecuada.
Capilaridad
La humedad capilar asciende desde el terreno a través de muros o tabiques por falta de barrera antihumedad.
Filtración lateral
El agua penetra horizontalmente, normalmente en muros enterrados, sótanos o garajes sin impermeabilización adecuada.
Filtración por cubierta plana
Se produce por fallos en la impermeabilización, por una junta de dilatación deteriorada o acumulación de agua.
Filtración por fachada
Aparece en fisuras estructurales, juntas abiertas o elementos mal sellados.
Filtración en ventanas
Provocada por selladores deteriorados, rotura de vierteaguas o mala instalación del marco.
Condensación
No es filtración propiamente dicha, pero genera humedad por diferencia térmica interna–externa y mala ventilación.
Zonas del edificio donde suelen producirse filtraciones
Para comprobar las filtraciones de agua, lo primero es tener claro cuáles son las zonas del edificio donde suele producirse. Lo más común son las áreas donde confluyen agua, materiales porosos y fallos de sellado.
Tejado y cubierta
Las cubiertas planas, los remates mal ejecutados y las tejas deterioradas son uno de los puntos más habituales en una filtración de agua en edificios. Las membranas impermeables pueden perder elasticidad con el tiempo, aparecer microfisuras o producirse acumulaciones de agua por falta de pendiente o por obstrucción en los puntos de desagüe.
Cuando los sistemas de impermeabilización de techos fallan, el agua penetra rápidamente hacia el interior, generando manchas, desprendimientos o daños estructurales si no se actúa a tiempo.
Sótano y muros enterrados
Los sótanos y muros en contacto directo con el terreno presentan un riesgo elevado debido a la presión hidrostática del agua. Si la impermeabilización exterior no está correctamente instalada o se ha deteriorado con la humedad del terreno, el agua penetra por capilaridad o de forma lateral. La falta de drenaje pluvial o la ausencia de sistemas perimetrales de evacuación agravan la penetración del agua, afectando al revestimiento interior y provocando olores, moho y degradación del hormigón.
Fachada
Las fachadas sufren filtraciones (agua pared) por fisuras estructurales, desprendimientos de revestimiento, juntas abiertas o encuentros mal sellados alrededor de balcones y huecos. En episodios de lluvia intensa o vientos fuertes, el agua impacta directamente en la superficie de la fachada, infiltrándose por cualquier punto débil. Las filtraciones no siempre se manifiestan en el mismo punto donde entra el agua, pudiendo aparecer metros por debajo debido a la circulación interna por capilaridad o gravedad.
Ventanas y cerramientos
Las ventanas y cerramientos perimetrales concentran filtraciones a causa de selladores envejecidos, juntas retraídas, rotura del vierteaguas o perfiles mal alineados. Cuando el agua encuentra un hueco en el marco, penetra rápidamente hacia el interior, provocando humedad en el alféizar, deterioro del yeso o incluso filtraciones hacia pisos inferiores. Una pequeña pérdida de estanqueidad en este punto puede derivar en filtraciones persistentes, especialmente en fachadas expuestas al viento o en edificios de altura.
Garajes
Los garajes, sobre todo los situados bajo rasante, son propensos a filtraciones laterales debido a la falta de impermeabilización exterior o a la presencia de grietas originadas por el empuje del terreno. El agua puede atravesar muros, juntas o puntos débiles alrededor de instalaciones o conducciones. La ausencia de un sistema de drenaje eficiente hace que la humedad se acumule, incrementando el riesgo de corrosión y deterioro del hormigón armado.
¿Por qué se produce una filtración de agua en los edificios?
Las filtraciones aparecen cuando el agua encuentra un punto débil en la envolvente del edificio o cuando un sistema de impermeabilización ha perdido eficacia. Estas son las razones más habituales:
- Impermeabilización deteriorada en cubiertas o muros.
- Rotura de juntas de dilatación.
- Selladores envejecidos o mal aplicados.
- Fisura estructural en fachada o tabiques.
- Drenaje pluvial insuficiente o saturado.
- Capilaridad por falta de barrera antihumedad.
- Condensación por mala ventilación y puentes térmicos.
- Mal diseño o mala ejecución de remates y encuentros.
- Daños provocados por tormentas, viento o heladas.
Riesgos de las filtraciones para la salud, el edificio y el valor de la propiedad
Una filtración de agua no reparada a tiempo puede comprometer la salud de los ocupantes, la integridad estructural del edificio y el valor económico del inmueble. Cuanto más tiempo permanece activa una filtración, mayor es la degradación de los materiales y más cara resulta la reparación, por lo que actuar con rapidez es esencial para evitar daños acumulativos.
Para la salud, el riesgo más evidente es la proliferación de moho y microorganismos, que encuentran un entorno ideal en superficies húmedas. Este moho puede desencadenar alergias, problemas respiratorios, irritaciones o empeorar patologías existentes en personas sensibles. En espacios cerrados, la humedad persistente altera la calidad del aire y favorece olores desagradables difíciles de eliminar.
Para el edificio, la filtración de agua es capaz de debilitar materiales estructurales, oxidar armaduras metálicas, degradar revestimientos y generar ciclos de desprendimientos en fachada o techo. Las humedades prolongadas pueden provocar la descomposición de materiales porosos, deteriorar yesos y pinturas, y agravar fisuras que, con el tiempo, evolucionan hacia daños estructurales más serios.
Para la propiedad, la presencia de filtraciones reduce el valor del inmueble, ralentiza operaciones de venta y puede generar conflictos obligando a la comunidad a asumir reparaciones o determinar responsabilidades según la Ley de Propiedad Horizontal. Además, una filtración visible suele ser un indicador de falta de mantenimiento, lo que afecta negativamente a la percepción del edificio y dificulta el acceso a determinadas ayudas o seguros.
Métodos profesionales para detectar filtraciones de agua
Los métodos técnicos permiten localizar el origen exacto de una filtración sin demoliciones innecesarias:
- Cámara termográfica: identifica diferencias de temperatura asociadas a humedad o pérdidas de estanqueidad.
- Medidores de humedad: detectan presencia de agua en muros o estructuras.
- Pruebas de infiltración: simulación controlada de entrada de agua en fachadas o cubiertas.
- Inspección visual en altura: mediante acceso vertical, ideal para zonas difíciles. En el caso de que se encuentren problemas después de la inspección visual, puede que haya que asegurar la fachada o y muro de contención.
- Trazadores y colorantes: para estudiar el recorrido del agua.
- Cámaras endoscópicas: útiles en cavidades ocultas o encuentros de difícil acceso.
Soluciones para reparar filtraciones según su origen
El tipo de intervención dependerá de la zona afectada y del mecanismo que ha permitido la entrada de agua.
Capilaridad
Se instala una barrera química antihumedad o se crea un sistema de ventilación interna del muro.
Filtración lateral en sótanos
Se aplica impermeabilización cementosa, membranas drenantes o se mejora el drenaje perimetral.
Cubierta plana
Reparación de membranas, sustitución de láminas impermeables, sellado de juntas y corrección de pendientes.
Fachada
Sellado de fisuras, sustitución de revocos, aplicación de hidrofugantes o reparación de desprendimientos.
Ventanas
Renovación de selladores, corrección de vierteaguas, sustitución de perfiles y estanqueidad perimetral.
Elementos estructurales
Reparación de fisuras estructurales con resinas epoxi o morteros de reparación según diagnóstico técnico.
Coste aproximado de reparar una filtración de agua en un edificio
El coste de reparar una filtración de agua depende del origen, la gravedad y el tipo de intervención necesaria. Puedes tomar estos datos como referencia:
- Reparaciones sencillas en ventanas o juntas: 80–250 €.
- Sellado de fisuras pequeñas en fachada: 120–400 €.
- Reparación de cubierta o impermeabilización parcial: 300–900 €.
- Intervenciones en sótanos o garajes: 600–2.000 € según profundidad.
- Capilaridad y tratamiento de muros: 900–3.000 €.
Además, estos son algunos factores que influyen en el precio:
- Altura del edificio y necesidad de acceso vertical.
- Estado del soporte.
- Dimensión del área afectada.
- Tipo de impermeabilización necesaria.
- Urgencia de la intervención.
Si necesitas una estimación exacta, en Acrobatica puedes solicitarnos presupuesto sin compromiso.
Cómo prevenir filtraciones de agua: mantenimiento y buenas prácticas
La prevención es la forma más económica y eficaz de evitar una filtración de agua y daños graves. Sigue estos consejos para conseguirlo:
- Revisar juntas de dilatación y cada sellador impermeable una vez al año.
- Limpiar canalones, bajantes y zonas de evacuación pluvial.
- Comprobar cubiertas planas tras lluvias intensas.
- Vigilar fisuras o manchas de humedad nuevas.
- Realizar inspecciones técnicas periódicas en fachada.
- Corregir de inmediato pequeñas filtraciones para evitar daños mayores.
- Controlar la ventilación interior para evitar condensación.
Para programar un mantenimiento preventivo, puedes contactarnos en Acrobatica.
Preguntas frecuentes sobre filtraciones de agua
Para terminar, te resolvemos las dudas más frecuentes sobre las filtraciones de agua.
¿Qué diferencia hay entre filtración e infiltración?
Por un lado, la filtración de agua implica entrada directa de agua desde el exterior. Por otro lado, la infiltración describe el paso del agua desde capas internas, terreno o zonas ocultas del edificio.
¿Cómo saber si la filtración viene del vecino o de una tubería?
Revisando trazas de humedad, comprobando instalaciones internas y usando cámara termográfica es posible identificar el origen exacto y asignar responsabilidades.
¿Puede la aseguradora negarse a cubrir una filtración?
Sí, si considera que existe mala conservación, falta de mantenimiento o daños anteriores no declarados, puede limitar o rechazar la cobertura.
¿Cuánto se tarda en reparar una filtración?
Entre unas horas y varios días, dependiendo del área afectada, el origen y las reparaciones necesarias.
