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Fachada ventilada: todo lo que necesitas saber
ejemplo de fachada ventilada

Las fachadas ventiladas son una de las soluciones arquitectónicas más eficientes para mejorar la eficiencia energética y la estética de los edificios. Su creciente popularidad se debe a los múltiples beneficios que ofrecen en términos de aislamiento térmico, durabilidad y sostenibilidad.

Por ello, en este artículo de Acrobatica te contamos qué son, cuáles son sus ventajas, los diferentes tipos, sus precios y cómo se instalan. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es y cómo funciona?

Lo primero de todo es entender qué es exactamente una fachada ventilada. Se trata de un sistema constructivo que consiste en la instalación de un revestimiento exterior separado de la estructura del edificio por una cámara de aire.

Este espacio permite la circulación del aire, lo que ayuda a regular la temperatura del edificio y a mejorar su eficiencia energética. Una vez sabido esto, te contamos los principales componentes de una fachada ventilada:

  • Estructura portante: se ancla a la fachada original del edificio y sirve como soporte para el revestimiento exterior.
  • Aislamiento térmico: se coloca sobre la pared existente para mejorar la eficiencia energética del edificio.
  • Cámara de aire: permite la ventilación natural y evita la acumulación de humedad.
  • Revestimientos: pueden ser de diferentes materiales, como cerámica, piedra natural, aluminio o madera, y son clave para los aspectos estéticos de la fachada.

Este tipo de sistema ayuda a prevenir problemas de condensación, evitando que la humedad quede atrapada en la estructura del edificio. Además, contribuye a la reducción de puentes térmicos (soluciones), lo que mejora aún más la eficiencia energética.

Ventajas de la fachada ventilada

Las fachadas ventiladas ofrecen múltiples beneficios, pero también presentan algunos inconvenientes.

Ventajas

En cuanto a ventajas, estas son las más importantes: 

  • Aislamiento térmico y acústico: reduce las pérdidas de calor en invierno y protege del calor en verano.
  • Mayor durabilidad: los materiales exteriores sufren menos desgaste y prolongan la vida útil del edificio.
  • Menos mantenimiento de fachadas ventiladas: al reducirse la acumulación de humedad, disminuye la necesidad de reparaciones.
  • Eficiencia energética: ayuda a reducir el consumo de calefacción y aire acondicionado.
  • Mejora los aspectos estéticos: ofrece múltiples opciones de diseño y acabados.
  • Contribuye a la sostenibilidad: muchos de los materiales utilizados pueden ser reciclables y la eficiencia energética reduce la huella de carbono del edificio.

Inconvenientes

Por otro lado, aunque son pocos, las fachadas ventiladas también presentan algunos inconvenientes:

  • Coste inicial elevado: la inversión inicial puede ser mayor en comparación con otras soluciones constructivas, aunque se compensa con el ahorro energético a largo plazo.
  • Instalación compleja: requiere la intervención de profesionales especializados y puede llevar más tiempo que otras opciones.

Tipos de fachada ventilada

Hablando de los tipos de fachadas ventiladas, existen varios dependiendo del material utilizado en el revestimiento:

  • Cerámicas: resistentes y con gran variedad de acabados.
  • De piedra natural: aportan una estética elegante y gran durabilidad.
  • De aluminio o composite: ligeras y modernas, ideales para construcciones contemporáneas.
  • De madera: ofrecen un aspecto cálido y natural, aunque requieren más mantenimiento.
  • De vidrio: utilizadas en edificios modernos para maximizar la entrada de luz natural.
  • De materiales sintéticos: incluyen paneles de alta resistencia que ofrecen un equilibrio entre el precio y la durabilidad.

Fachada ventilada o SATE: diferencia y cuál elegir

Estratigrafía de una fachada ventilada – Imagen de la Web
Estratigrafía de una fachada ventilada – Imagen de la Web

El sistema SATE (que es y como funciona) (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) es otra solución de aislamiento para fachadas. La principal diferencia entre fachadas ventiladas vs fachadas tradicionales con SATE es que este último no deja una cámara de aire, sino que aplica el aislamiento directamente sobre la fachada. ¿Y cuál elegir? Pues te damos algunas recomendaciones según tus circunstancias y preferencias: 

  • Si buscas mayor eficiencia energética y durabilidad, la fachada ventilada es la mejor opción.
  • Si tienes un presupuesto más ajustado y quieres una instalación más sencilla, el sistema SATE puede ser una alternativa viable.
  • En el caso de fachadas ventiladas en rehabilitación de fachadas, suelen ser preferibles debido a su capacidad para mejorar la estructura sin necesidad de una obra invasiva.
  • Si vives en un clima extremo, la fachada ventilada te proporcionará mejor aislamiento térmico y protección contra la humedad.

Precios de la fachada ventilada

El precio de una fachada ventilada varía en función de diversos factores, como el tipo de material utilizado, el tamaño de la superficie y la complejidad de la instalación. En general, los costos oscilan entre 100 y 250 euros por metro cuadrado.

Los factores que influyen en el precio son:

  • Materiales: algunos revestimientos como la piedra natural son más caros que otros como la cerámica.
  • Mano de obra: la instalación requiere profesionales especializados, lo que puede incrementar los costes.
  • Certificaciones y normativas: en algunos casos, cumplir con ciertos estándares de eficiencia energética puede aumentar el precio.
  • Dificultad de acceso: si el edificio está en una zona de difícil acceso, el coste de la instalación puede ser más alto.

¿Cómo instalar una fachada ventilada?

La instalación de una fachada ventilada requiere un proceso técnico y especializado, que incluye los siguientes pasos:

  • Preparación de la superficie: se revisa el estado de la fachada original y se realizan las reparaciones necesarias.
  • Colocación de la estructura portante: se instalan los anclajes y los perfiles metálicos que sostendrán el revestimiento.
  • Instalación del aislamiento térmico: se fija el material aislante a la pared del edificio.
  • Creación de la cámara de aire: se deja un espacio entre el aislamiento y el revestimiento para permitir la circulación del aire.
  • Montaje del revestimiento: se colocan las placas o paneles del material elegido para la fachada.
  • Revisión final y ajustes: se verifican los anclajes, la alineación y la correcta instalación de los materiales.

Por supuesto, contar con profesionales especializados, como los que ofrece Acrobatica, garantiza que la instalación se realice correctamente, cumpliendo con todas las normativas y ofreciendo un resultado óptimo.

En conclusión, las fachadas ventiladas son una excelente opción para mejorar la eficiencia energética, el mantenimiento y los aspectos estéticos de los edificios. Aunque la inversión inicial pueda ser mayor, los beneficios a largo plazo hacen que sea una solución ideal para nuevas construcciones y rehabilitaciones.

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