¿Qué es una impermeabilización de fachada?
La impermeabilización de fachada es un procedimiento esencial para proteger las paredes exteriores de un edificio contra los efectos del agua y la humedad. Este proceso asegura que las estructuras de la vivienda permanezcan en buen estado al evitar filtraciones, manchas y problemas de moho que pueden surgir con el tiempo.
Por ello, en este artículo de Acrobatica te contamos cómo se realiza, los tipos, cuánto cuesta, cuánto se tarda y algunos otros detalles importantes. ¡Vamos allá!
¿Cómo se realiza una correcta impermeabilización de fachada?
Lo primero de todo es entender que una fachada bien impermeabilizada contribuye a mantener la eficiencia energética del inmueble, ya que ayuda a evitar pérdidas de calor y mejora el aislamiento térmico.
Por ello, este tipo de intervención es especialmente importante en climas con alta humedad o precipitaciones frecuentes, donde los edificios están expuestos constantemente a la acción del agua. También resulta crucial en entornos urbanos donde la contaminación puede acelerar el deterioro de los materiales exteriores.
Una buena impermeabilización no solo protege la estructura, sino que también mejora la estética de la fachada, contribuyendo a mantener el valor de la propiedad a largo plazo, siendo algunos de los beneficios de la impermeabilización de fachadas.
Además, realizar una impermeabilización de fachada efectiva implica seguir una serie de pasos que aseguren la protección total de la fachada. Este es el proceso habitual:
- Inspección inicial: los expertos analizan el estado de la fachada para identificar problemas como grietas, fisuras, desprendimientos o zonas afectadas por la humedad. Esta evaluación inicial permite determinar el tipo de materiales y soluciones más adecuadas para cada situación.
- Limpieza de la superficie: se eliminan residuos de suciedad, polvo, moho o pintura deteriorada que puedan dificultar la adherencia de los productos impermeabilizantes. En esta etapa también se retiran elementos que puedan estar sueltos, como restos de cemento o materiales en mal estado.
- Reparación de grietas y fisuras: las aberturas en la fachada se sellan utilizando masillas, morteros o resinas especiales que aseguren la estanqueidad. Este paso es crucial para evitar que el agua pueda filtrarse (filtraciones de agua en el sótano: como reparar los danos) por puntos débiles.
- Aplicación del sistema impermeabilizante: dependiendo del tipo de fachada y de los objetivos del proyecto, se pueden emplear diferentes productos como membranas líquidas, pinturas impermeables, hidrofugantes o láminas protectoras. La aplicación se realiza de manera uniforme, asegurando una cobertura total de la superficie.
- Acabado final: se pueden aplicar capas extra de pintura decorativa o revestimientos protectores que, además de mejorar la estética, refuercen la protección de la fachada.
- Inspección final: una vez terminado el trabajo, se realiza una revisión para verificar que no queden puntos vulnerables ni áreas sin tratar. Este proceso puede variar ligeramente según el tipo de obra y las condiciones específicas del edificio, pero siempre debe ser realizado por profesionales cualificados.
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Tipos de fachadas y su impermeabilización
Ahora que ya sabes cuál es el proceso para la impermeabilización de fachadas, veamos cuáles son los diferentes tipos y cómo se hace en cada una.
Fachadas de ladrillo visto
Las fachadas de ladrillo son muy populares por su resistencia y su aspecto estético. Sin embargo, este material puede ser poroso y propenso a absorber agua si no se protege adecuadamente.
El material usado para la impermeabilización de fachadas de ladrillo visto es el hidrofugante transparente que penetra en el ladrillo y crea una barrera contra la humedad sin alterar su apariencia. Además, en este tipo de fachadas es importante reparar las juntas entre ladrillos y asegurarse de que no haya grietas antes de aplicar el impermeabilizante.
Fachadas revestidas
Estas fachadas cuentan con una capa de mortero, pintura o yeso que actúa como acabado exterior. Aunque suelen ser menos porosas, pueden deteriorarse con el tiempo.
En cuanto al material, en este tipo de fachadas se usan pinturas impermeables o membranas acrílicas y se debe preparar la superficie eliminando cualquier capa suelta o deteriorada antes de aplicar el sistema de protección.
Fachadas ventiladas
Diseñadas para mejorar el aislamiento térmico, estas fachadas cuentan con una capa externa separada del muro principal, creando una cámara de aire.
El material que se usa son láminas impermeables o paneles protectores. Asimismo, la impermeabilización debe aplicarse en el muro principal, asegurando que el sistema ventilado no facilite la entrada de agua.
Fachadas de hormigón
Para terminar, el hormigón es un material resistente pero también puede presentar fisuras o porosidad que permitan la entrada de agua. Para la impermeabilización de este tipo de fachadas se usan revestimientos de poliuretano o morteros impermeabilizantes. Además, es crucial sellar las fisuras y aplicar productos que refuercen la resistencia del material.
¿Cuánto cuesta impermeabilizar una fachada?
El coste de impermeabilizar una fachada depende de diversos factores, como el tipo de fachada, los materiales empleados, el estado previo de la superficie y la cantidad de metros cuadrados (m2) a tratar.
En general, el precio por m2 suele oscilar entre 20 y 50 euros, pero esta cifra puede variar según la complejidad del trabajo. Es imprescindible solicitar un presupuesto personalizado a un equipo de expertos para obtener una estimación precisa adaptada a las necesidades de la vivienda.
¿Cuánto tiempo se tarda en impermeabilizar una fachada?
El tiempo necesario para la impermeabilización de una fachada varía según el tamaño del edificio, el estado inicial de la superficie y el tipo de intervención requerida. Por ejemplo, en viviendas unifamiliares se suele tardar entre 3 y 5 días, mientras que en edificios de mayor tamaño es común tardar varias semanas, dependiendo de la altura y el acceso.
Además, otros factores, como las condiciones climáticas o el tipo de material usado, también pueden influir en los tiempos de ejecución.
¿Qué materiales se utilizan para impermeabilizar?
Y seguro que te estás preguntando: ¿qué materiales se usan para la impermeabilización de fachadas? Pues entre los materiales más comunes encontramos:
- Membranas líquidas: se aplican con brocha o rodillo y ofrecen una protección continua.
- Hidrofugantes: ideales para fachadas de ladrillo o piedra, ya que no alteran su apariencia.
- Pinturas impermeables: proporcionan una capa de protección extra con posibilidades decorativas.
- Láminas asfálticas: usadas en estructuras expuestas a condiciones climáticas extremas.
- Morteros impermeabilizantes: especialmente útiles en superficies con fisuras o imperfecciones.
También cabe destacar que es importante que estos materiales sean aplicados por profesionales, ya que su eficacia depende en gran medida de una correcta instalación.
Consideraciones importantes antes de empezar la impermeabilización
Antes de iniciar el proceso de la impermeabilización de una fachada, es fundamental tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Inspección previa: detectar posibles problemas estructurales o de humedad.
- Elección del material adecuado: cada tipo de fachada requiere soluciones específicas.
- Planificación climática: evitar realizar el trabajo en épocas de lluvia o temperaturas extremas.
- Profesionales cualificados: garantizar que el equipo tenga experiencia y conocimientos en impermeabilización.
- Garantías del trabajo: solicitar garantías tanto de los materiales como de la mano de obra.
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